Celebrando el día internacional de acción por La
Salud de las Mujeres
Es que les comparto este hermoso mini cuento:
Llovía, y no paraba de llover..... Mientras el agua caía sobre el tejado, adentro en el salón principal del teatro El Baldío las y los incipientes actores calentaban para ensayar nuevamente la obra bajo el agudo ojo de la Dramaturga Catalina Colombres.
Las actrices principales eran tres, representaban tres edades de la mujer: la niña, la adolescente y la adulta. Reflejaban los mandatos que la sociedad les hacia cumplir y los ruidos que ellas sentían al llevarlos cabo.
Hacía más de tres meses que estaban ensayando la obra. Amanda, la actriz que representaba a la mujer de la adolescencia se encontraba sentada, enfrente al espejo mientras que Natalia terminaba de pintarla y peinarla. Hoy el diario local les sacaría fotografías al elenco. Mientras Amanda hablaba y hablaba sobre los estereotipos de género, el maldito patriarcado que socavaba su libertad de expresarse sexualmente, las peleas infinitas con sus padres por extender el toque de queda de los fines de semana o por el tipo de ropa que debía utilizar.... Natalia silenciosamente la miraba, escuchaba a su amiga que hablaba pero no se detenía en las palabras sino en su rostro en el contorno de sus labios, en sus pómulos, se perdía en las innumerables pecas que dormían debajo de sus ojos y pensaba ¿cómo sería besar esos labios? ¿Que sabor tendría su boca? ¿Cómo sería tocar a una amiga?
Besos S.-